
Los Anunnaki ¿dioses mitológicos o extraterrestres padres de la especie humana?
Hasta fines de los años setenta del siglo pasado, nadie lo discutía: los anunnaki habían sido dioses nacidos de la imaginación de la gente de la Mesopotamia.
Pero en 1976, un escritor llamado Zecharia Sitchin, comenzó a publicar una serie de libros con una hipótesis fantástica. Para él los supuestos dioses serían, en verdad, seres de otro planeta, de aspecto humano pero mucho más altos.
Según Sitchin, el mundo natal de los anunnaki se encuentra en nuestro sistema solar. Sería el duodécimo planeta, todavía no descubierto por nuestros astrónomos, de nombre Nibiru.
El relato del escritor sobre la llegada de los anunnaki a la Tierra es el siguiente:
Hace muchos miles de años, el planeta Nibiru comenzó a enfriarse. Sus científicos encontraron una solución. Si esparcían partículas de oro en su atmósfera, éstas absorberían y mantendrían mayor cantidad de calor. O sea que crearían una especie de efecto invernadero áureo.
Lamentablemente, Nibiru no contaba la cantidad de oro necesaria, por lo que debieron salir a buscarla al espacio.
Los Anunnaki llegan a la Tierra
Por algún motivo, los nibiruanos no se dirigieron a alguno de los asteroides ricos en oro que orbitan entre Marte y Saturno. Prefirieron viajar unos cuántos millones de kilómetros más y llegar a nuestro mundo.
Así, una partida de habitantes de Nibiru llegó a la Tierra en naves espaciales hace unos 450.000 años. Luego, se distribuyeron por distintos puntos de nuestro planeta.
Aquí se establecieron con dos clases sociales bien diferenciadas: los Anunnakis como jefes y los Igigi como trabajadores encargados de las tareas pesadas.
Los Igigi debían trabajar tanto y tan duro, que un día se rebelaron contra sus superiores. Los anunnaki reconocieron que las tareas impuestas a sus subordinados eran excesivas. Pero, todavía necesitaban trabajadores que las realizaran. Entonces decidieron crear una especie inferior.
Los anunnaki tomaron entonces a los primates homínidos que habitaban la Tierra y les inseminaron parte de su propio ADN por medio de ingeniería genética. Así surgió la especie de los Homo Sapiens, nacidos como trabajadores esclavos de los anunnaki.
Además de inteligencia, estos seres superiores, les brindaron a sus criaturas, los conocimientos básicos de la civilización.
Resumiendo, para Zecharia Sitchin, los seres humanos fuimos creados y educados en los laboratorios de unos mineros de otro mundo que necesitaban mano de obra esclava… desalentadora hipótesis.